Gastos administrativos: $500
Debés firmar un pagaré en blanco
Algunas compañías que llegan a los sectores populares a través de la emisión de tarjetas de crédito realizadas por empresas vinculadas a cadenas de electrodomésticos, hipermercados o shoppings. Otras lo hacen a través de la oferta de préstamos en efectivo que aparentan ser formales, pero que no tienen regulación ni supervisión por parte del Banco Central de la República Argentina. Las tasas y condiciones suelen ser cómo las del simulador de la izquierda: aunque parezca ficción, esas son las condiciones a las que son sometidos los consumidores que recurren a ese tipo de prestamistas.
El sistema financiero llegó a la economía de los sectores populares con las tarjetas de crédito que te ofrecen en cadenas de electrodomésticos, hipermercados o shoppings.
Otro mecanismo es la oferta de préstamos en efectivo: para sacar uno, alcanza con que presentes tu CBU, el número que usarán para sacarte dinero de tu cuenta.
Las cuotas se debitan de forma automática de tu cuenta. Suelen incluir comisiones, cargos, costos, gastos y seguros mucho más elevados que los que pagarías en un banco.
Se genera así un gran daño económico y social a los sectores de menores ingresos, re-produciendo así las diferencias sociales existentes. Como muchos son sujetos de nuevos derechos, el Estado termina siendo garante de los préstamos.
De esta manera, los créditos para el consumo te introducen en un circuito financiero que funciona con una lógica perversa: los que tienen menores ingresos pagan más por las compras de los mismos productos.
Como resultado, si no podés cancelar la deuda con esas empresas, terminás a las puertas de un proceso judicial.
Entre el 25 de noviembre y el 19 de diciembre del 2014, la Dirección de Política Criminal hizo un relevamiento de avisos publicitarios en diarios de circulación masiva y popular.
En la investigación se encontraron 298 avisos publicados de 25 oferentes distintos. Todos habían sido publicados en los diarios La Razón, El Argentino, Crónica y Popular. Este último tiene una tirada de 88.324 ejemplares (Fuente IVC -2012). Es el diario de circulación paga más vendido de los llamados “diarios populares” y el tercero en ventas del país.
También se descubrió que casi el 70% no informan sobre condiciones crediticias como tasas u otros gastos, revelando un alto grado de manipulación de la información o, en otras palabras, un bajo nivel de transparencia sobre las condiciones de los créditos.
También se comprobó -cómo se muestra en los gráficos- que el 85% solo da como dato de contacto un número de teléfono y que el requisito más pedido es tener un CBU: uno de los métodos más usados para cometer abusos.
Los datos publicados en este micrositio de Infojus Noticias forman parte de una investigación de la Dirección Nacional de Política Criminal del Ministerio de Justicia y DDHH de la nación. El trabajo completo se puede leer aquí, en el sitio de Infojus. En el artículo se analizan las modalidades abusivas y delictivas de muchas de estas compañías y se explica cómo en los últimos años se profundizó la intervención del Estado (BCRA, INAES) en la regulación de las operatorias de las entidades que ofertan este tipo de créditos/préstamos para el consumo y cómo empieza a haber cambios en la corriente de pensamiento de nuestros tribunales.
En el trabajo también se señala como necesario seguir avanzando en la regulación estatal “en razón de considerar que el crecimiento de los créditos/préstamos para el consumo, sin una apropiada regulación del Estado y acompañada por una conveniente defensa de los derechos de los que acceden a ellos, generan un fuerte impacto económico y social en menoscabo de los integrantes de los sectores populares”, dice el texto.